El viral surgimiento de Ofiuco, el signo secreto del Apocalipsis de Nostradamus, podría ser parte de una manipulación mediática orquestada para producir un simulacro de la Revelación, o quizás una manifestación de la inteligencia cósmica que junta las piezas en el rompecabezas del renacimiento galáctico
Si somos sospechosos de los medios y de cómo se difunde y viraliza la información -bajo qué agenda-, al observar el fenómeno de Ofiuco, el llamado “nuevo signo zodiacal”, aunque en realidad es un viejo signo zodiacal, descastado ante la preferencia de la matemática del 12, podríamos pensar que nos encontramos ante un evento mediático sincromístico que podría tener una agenda oculta en torno a la gestación de una fiebre, paranoia o hasta preclaridad apocalíptica. También es posible que la información se mueva a través del caos o que este aparente caos esté alimentado por una energía cósmica que apunta hacia una frontera en nuestra historia, una especie de Punto Omega (que podría ser en su instante explosivo un Punto Alpha) y que lleva a la información a aparecer como detonador de la conciencia.
El caso de esta reaparición de Ofiuco, que ha copado los medios del mainstream y las redes sociales, es fascinante, ya sea como fenómeno mediático pero también, posiblemente, como un fenómeno de teoría de la conspiración o hasta de un destello del Logos. Diremos antes de entrar en el caso de cómo surgió este fenómeno mediático, que Michel de Nostredam en un libro que controversialmente se le atribuye a él, conocido como el Libro Secreto, deja ver que Ofiuco, la constelación 13, es el signo secreto, el cual dictará el momento del Apocalipsis, en la interpretación que hace el video que mostramos, se relaciona la alineación de Sol con Ofiuco y el Centro de la Galaxia, en el solsticio de diciembre del 2012.
Trazando la trayectoria de este meme, que llamamos Ofiuco, Ophiuchus en inglés, vemos que parte de una nota en el Minneapolis Star Tribune, un diario local, en la que Parke Kunkle, miembro directivo del Minnesota Planetarium Society, menciona que, debido al movimiento de precesión de la Tierra, cuando las personas que siguen la astrología piensan que el Sol está en un signo en realidad está en otro. En este artículo no se hace mención de Ofiuco, pero es replicado y extendido por NBC -LiveScience, donde además se entrevista al columnista del sitio especializado en astronomía Space.com, fundado por Lou Dubbs, ex anchor y accionista de CNN (ahora anchor de Fox), quien menciona que los astrólogos tienen sus propias reglas arbitrarias, ahondando en los efectos de la precesión de la Tierra. Aquí se introduce ya el nombre Ophiuchus. A partir de aquí se viraliza, ocupando el primer lugar de Google Trends y Trending Topics de Twitter en distintos países.
Evidentemente esta no es la primera vez que se menciona a Ofiuco en los medios de comunicación o que se habla de que el zodiaco en su sistema de 12 casas por las que atraviesa el sol está desfasado y debería de incluir a Ofiuco. Pero ciertamente es la primera vez que los medios mainstream replican esta información y crean una bola de nieve digital, casi una carga memética, una especie de campaña psicológica o psy-op.
Aquí entramos en el espectral territorio de la interpretación de los mensajes bajo una agenda oculta, algo que no se sostiene bajo pruebas contundentes, pero que se mueve haciendo conexiones entre nodos aparentemente inconexos y leyendo el mapa de la semántica secreta. El territoro donde se mueve Hermes, dios de la comunicación, así como también dios de los ladrones, de los hackers, de los que decodifican información secreta (para lo astrófilos, Mercurio, el planeta que está al borde de convertirse en oro solar).
Es importante saber que la intención de este artículo es moverse en ese terreno pero que no afirmamos saber el secreto o haber robado el código, sin embargo nos aventuramos con la intuición y la investigación hacia eso agujeros de conejo con fondos brillantes de estrellas y tejidos fractales (con demonios también en la misma imagen).
Hace unos días hemos estado viendo un fenómeno mediático relacionado con la muerte masiva de animales, en particular aves, el cual ha sido probablemente uno de los dos o tres temas dominantes en los medios en el mundo en este inicio de año. El tema ha sido formateado con aristas apocalípticas y conspiratorias -a la vez que científicos señalan que el fenómeno no es extraordinarrio, es el énfasis mediático el que lo sobredimensiona-. Se mencionan desde patrones y profecías apocalípticas, hasta armas biológicas y la intervención de programas secretos como HAARP, hasta el desplazamiento del campo magnético de la Tierra del Polo Norte hacia Rusia, un fenómeno ligado con las teorías relacionadas al 2012, y toda la parafernalia ideológica de esta fecha final.
Ahora tenemos este evento mediático de un signo zodiacal, el signo trece, Ofiuco, el cual el Sol estaría atrevasando pocos días antes de la fecha más anticipada de la historia de la humanidad, el 21 de diciembre del 2012. En el video mostrado del poco confiable canal History Channel (un canal que es el proyceto de dos de las compañías más poderosas de medios del mundo Disney-ABC y NBC-Universal; NBC, la cadena que difundió el meme de Ofiuco) se habla de que Nostradamus veía en su profecía la alineación de Ofiuco y el Sol con el Centro de la Galaxia.Algo que ha sido reiterado en múltiples ocasiones, especialmente por José Argüelles y John Major Jenkins, como una de las metáforas suscitativas del cambio planetario, cosmogenesis le llama Jenkins, ascención Argüelles, que acabaría por detonar el 21 de diciembre del 2012 a grandes rasgos, una fecha que discutiblemente es el final del ciclo de 13 bak tunes, o 5125 años del calendario maya. (cada bak tun es de 144 mil días, para los numerólogos). Nostradamus, si es que el Libro Secreto es auténtico, veía en una alineación similar -un fenómeno astrológico, cuyo significado desde el punto de vista de la física conocida actualmente es nulo, pero que simbólicamente adquiere otra dimensión- el Apocalipsis, el momento de la Revelación, el momento en el que el hombre probaría la fruta del conocimiento del Árbol de la Vida. Los mayas también veían en esta alineación, según Jenkins, el axis mundi, árbol cósmico o cruz cósmica (una imagen relacionada con la lápida de Pakal) aparecer en la relación de estos cuerpos celestes desde la Tierra.
Ahora analizemos un poco lo que simboliza Ofiuco y su relación con el misterioso libro perdido de Nostradamus. Este libro fue encontrado en 1982 por la investigadora italiana Enza Massa, en laBiblioteca Nazionale Centrale di Roma. El manuscrito que se encontró (¿o fue plantado ahí?) estaba fechado en 1629 y titulado: Nostradamus Vatinicia Code. Michel de Notredame, con el nombre del autor en tinta indeleble. Aparentemente el manuscrito nunca publicado fue entregado por el hijo de Nostradamus al Papa Urbano VIII. Las ilustraciones del libro, o placas, muestran eventos cósmicos, profecías papales y alineaciones celestes con imágenes tomadas de la alquimia (reminiscente de De Fiore).
Desde el punto de vista astrónomico, Ofiuco es una constelación grande alrededor del ecuador celeste, localizado entre Aquila, Serpens, and Hercules, al noroeste del centro de la galaxia, algunas de sus estrellas con de las más cercanas la tierra después de Proxima Centauris. La interposición de su cuerpo divide a la serpiente de la constelación en dos partes, Serpens Caput, y Seprens Cauda (cabeza y cola: ¿ouroboros? ¿la dualidad de la destrucción y el renacimiento?). Si se traza una línea del arco de Sagitario a la parte superior de la cola de Scorpio y se dibuja una línea, entraría excatamente a través del centro de la galaxia, o la llamada hendidura oscura (dark rift), que los mayas conocían como el camino a Xibalba, al inframundo, es ahí donde se ubica la constelación de Ofiuco. Aquí es donde el simbolismo se pone interesante, ¿estamos viendo el proceso de renacimiento representado en el cosmos, como símbolo del renacimiento en la Tierra? La siguiente placa del Libro Secreto de Nostradamus parece ilustrar un proceso similar en el que el hombre-serpiente (Ofiuco, el hombre de conocimiento) cruza el centro de la galaxia -el ojo de dios- para renacer como un ave fenix (relacionda en Egipto con el pavorreal).
Ofiuco está relacionado con Asclepio, o Esculapio, que tiene en Imhotep, el sumo sacerdote constructor de las pirámides de Egipto (en su versión esotérica), su contraparte en Egipto. Asclepio es el padre de la medicina con su famos caduceo enrollado por dos serpientes (¿el ADN?). Asclepio fue instruído por el centauro Quirón (Sagitario) en las artes de la medicina y el ocultismo. Esto lo llevó reuscitar hombre en la Tierra, un don reservado para los dioses, lo cual hizo que Zeus lo matara con un rayo (¿el rayo gamma de Hunab Ku o la tormenta solar?), pero Asclepio fue honrado por sus acciones y elevado al cielo, en una especie de renacimiento u ascención en la constelación de la serpiente, Ofiuco. No será difícil ver aquí una posible analogía dentro de la mitopoética cósmica, con la alineación galáctica y el posible proceso, el viaje chámanico por antonomasia, de renacimiento.
Consideremos también otra posibilidad -dentro de la conspiración-: que estas coincidencias, o sincronías, han sido fabricadas con una intención de manipular a las masas o de teledirigir a la humanidad a un punto de inflexión o estado mental donde se pueda ejecutar algún tipo de agenda oculta. Es decir, la creencia programada en el Apocalipsis podría permitir una especie de Apocalipsis o semi Apocalipsis artifical como una meta-maniobra política para aumentar el control que se tiene del planeta y posiblemente instaurar un regimen totalitario global (estilo Orwell transhumanista) aprovechando ese estupor. Aunque esto es solamente otra teoría de la conspiración, una de las más replicadas ( la cara oscura de la moneda en la cual vuela el New Age y su creencia en extraterrestres luminosos mesiánicos)… La posibilidad de que estemos viendo, in crescendo, de aquí al 2012, una operación destinada a generar el pánico apocalíptico que se camuflajea con la cultura misma que consumimos (“la cultura es una operación psicológica milenaria”, dice Aeolius Kephas, en su libroHomo Serpiens).
Estaríamos viendo una mano negra conduciendo secretamente la historia, utilizando el opio de la religión con el opio electrónico de la televisión y los nuevos medios para crear un cóctel de neuroprogramación y de un fanatismo que puede fácilmente rendir a un vampirismo. Como si fueramos parte de una película de Hollywood producida en todo el planeta, incapaces de distinguir la ficción de la realidad en un set holográfico.
Todo esto es posible, algunas cosas pueden resonar más con el lector, con su inteligencia y con su capacidad de sentir más allá de la anestesia del mundo moderno; es posible también que la película sea de ciencia ficción, de realidad virtual customizable, y cada quien fabrique con su mente el futuro.
Sin embargo, en este caso es posible que podamo ver puntos que inclinen la balanza hacía un modelo de la realidad que vivimos que se sostenga con mayor fuerza y claridad. En este caso si vemos que este fenómeno es totalmente pasajero, que Ofiuco vuelve a la sombra mediática, y no surge en el mainstream media ninguna referencia a Nostradamus o al 2012, y no se propaga más esta información, tal vez podamos pensar que este artículo ha seguido simplemente una pista conspiranoica, sin encontrar un fundamento en el tejido de lo real (si es que podemos hablar de esta tan escurridiza noción: “lo real”). Sin embargo si vemos que el fenómeno es de alguna forma propagado más allá de sus 15 minutos de fama y aumenta esta psicosis apocalíptica, o de otra forma revela conocimientos profundos, tal vez podamos pensar que hay algo operando detrás del flujo informativo. No necesariamente alguien, no necesariamente los Sospechosos Comunes (extraterrestres, sociedades secretas, entidades demoniacas, aunque no podemos descartarlos del todo) tal vez la misma inteligencia del universo, el Logos, se esté de alguna forma manifestando, quizás enviando las señales para que la humanidad rompa el ciclo y despierte de la pesadilla de la historia, hacia el sueño lúcido del fénix a través del centro de la galaxia.
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