Los Templarios y sus cruzadas en el siglo XXI
Un 13 de octubre, pero de 1307, la cúpula mayor de la Orden de los Templarios era detenida para luego, siete años después, ser condenados a la hoguera.
Hoy, 700 años después, miembros de la Orden en Mendoza nos cuentan un poco la historia, nos definen en qué consiste las cruzadas actuales, cómo repercutió la novela El Código Da Vinci, la relación con la Iglesia y algunas aclaraciones que derriban mitos.
Hoy, 700 años después, miembros de la Orden en Mendoza nos cuentan un poco la historia, nos definen en qué consiste las cruzadas actuales, cómo repercutió la novela El Código Da Vinci, la relación con la Iglesia y algunas aclaraciones que derriban mitos.
El 13 de octubre de 1.307, la cúpula mayor de la Orden de los Templarios es apresada por orden del Rey Felipe IV, y su asistente Guillermo Nogaret. Ese hito sería el comienzo de una serie de episodios infortuitos para esta orden fundada en 1118, ya que desde ese día se sucedieron una serie de hechos que terminaron con la quema en la hoguera del maestre Jacques de Molay y su segundo, Godofredo de Charnay, en 1314. Desde entonces, algunos Templarios debieron seguir trabajando y velando por sus principios desde las sombras, mientras que otros debieron fundar y pasarse a otras órdenes.
Hoy, a días de cumplirse 700 años de ese día histórico, una nueva noticia los pone en el centro de atención de los medios y la sociedad. Es que las actas del proceso que los condenó, extraviadas por más de tres siglos, serán publicadas por el Vaticano el 25 de octubre. La obra está basada en el pergamino de Chinon, que contiene los actos del juicio inquisitorio que destruyó la Orden de caballería de los monjes guerreros y fue encontrado por la investigadora italiana Bárbara Frale en el 2001.
Asimismo, la expectativa crece aún más, considerando que hay un detalle que aún no ha sido difundido y tampoco tiene fecha de publicación, hasta el momento. Frale también encontró los documentos en que el Papa Clemente V absuelve a la Orden de toda culpa y las acusaciones que se les hizo en el momento en que la cúpula era quemada. Pese a que el pergamino fue redactado en 1308, estuvo extraviado hasta septiembre del 2001, cuando la investigadora lo encontró.
“Los fundamentos por los cual se juzgó y condenó a los Templarios son ridículos. El problema es que, al encontrarse instalados en Tierra Santa, los caballeros de la Orden habían entablado buenas relaciones con el Islam, incluso vivimos cien años con ellos. Son una sociedad muy avanzada, pero eso fue lo que le molestó al rey Felipe ‘El Hermoso’ y a su ideólogo, Guillemo Nogaret, por lo que tildaron a los Templarios de herejes”, indicó Monserrat Bahamonde, sargenta de la Orden en Mendoza, quien sostuvo que la persecuta a los Templarios fue ideada por Nogaret.
Un poco de historia
Hay diversos mitos y anécdotas por los cuales el viernes 13 es considerado un día de mala suerte. Según Bahamonde, un detalle anecdótico es que ese 13 de octubre de 1307, día en que la cúpula es apresada por los soldados de la corona, fue justamente viernes.
Casi un año más tarde, en 1.308, Molay hace pública su intención de reunirse con el Papa y confesarse, por lo que Clemente V manda a buscar al maestre. Una comitiva de soldados de la corona marcha en su búsqueda. “Sin embargo, a mitad de camino, en el momento en que Molay era trasladado a la sede papal de Avignon para reunirse con Clemente, la comitiva se detuvo y nunca pudieron reunirse. La historia oficial cuenta que Molay estaba muy enfermo y por eso no pudo llegar, pero ya sabemos quien escribe la historia”, explicó Bahamonde.
Así fue como Molay y Charnay permanecieron prisioneros durante siete años, hasta que el 18 de marzo de 1314 fueron quemados en la hoguera, acusados de herejes, al igual que la Orden, herejías que ellos habían confesado, bajo torturas, aunque luego se habían desdicho.
Entre las acusaciones que se lanzaron contra los Templarios estaban la de contar con ritos iniciáticos que anteponían la Orden a la Iglesia Romana, de practicar la sodomía, de haber cedido ante el Islam y la herejía de los Cátaros, de haberse erigido en custodios del Grial (cáliz de la última cena) y de querer para Europa un reino teocrático, con poder espiritual y temporal en un mismo monarca.
“El pergamino que redactó el Papa absolviendo a la Orden data de 1308, y en él la suspende hasta tanto se aclare todo, pero no la disuelve. Sin embargo, ese pergamino no salió a la luz nunca, y seis años más tarde, el maestre y su senescal fueron quemados. Recién fue descubierto en el 2001 el documento”, explicó Bahamonde.
¿Llegaron al continente antes que Colón?
Por otro lado, indicó que desde hace tiempo vienen realizando investigaciones mediante las cuales buscan corroborar que un grupo de Templarios, en la época en que eran perseguidos en Europa, llegaron a Argentina.
“Tenemos hipótesis referidas a que miembros de la Orden estuvieron en Argentina en el siglo XIII, en la zona del cerro Uritorco (Córdoba) y en el sur, en la zona de Santa Cruz. En el cerro se han encontrado pinturas y tallas con la forma de la Cruz Templaria. Además hay una capilla misteriosa que, aparentemente, la habrían construido Templarios”, indicó la joven, quien fue más allá: “Los miembros de la Orden llegaron acá antes que Colón e incluso y de acuerdo a las investigaciones, el navegante llegó a América con conocimiento del lugar y cartografía templaria”.
Los Templarios, hoy
Luego de los episodios mencionados anteriormente, la Orden de los Templarios debió rediseñar su existencia y su forma de operar. Esto era inevitable, si se considera que de las 9.000 encomiendas Templarias en Europa, sólo se quemaron 300 y muchas lograron escapar.
Por esto fue que, luego de la disolución, aparecen tres ramas. Un grupo continúa manteniendo el espíritu de la Orden, pero en las sombras. En tanto, hay una segunda rama, comprendida por aquellos que entran a otras órdenes, mientras que la tercera es la de los caballeros que crean nuevas órdenes derivadas de la Temple.
“En la actualidad, la Orden se encuentra en 14 países de todo el mundo. Aunque hay cerca de 400 órdenes que se atribuyen ser Templarios, nosotros somos los únicos, los de la genealogía de ‘La carta de Larmenius’”, explicó la joven sargenta, quien sostuvo que en todo Europa la Orden cuenta con 70 castillos y 90 catedrales.
Con el paso del tiempo, los Templarios siguen manteniendo los principios y el espíritu con el que surgieron. “Las cruzadas siguen existiendo, no como en el medioevo. Ahora son solidarias, espirituales, de colaboración y cuidado de las tradiciones. Estructuralmente somos los mismos”, sostuvo Bahamonde.
Las cruzadas a las que se refiere consisten en ayuda a escuelas cadenciadas, así también como la organización de eventos. La preceptoría y encomiendas de Mendoza ayudan a la escuela Hermana Sara Molina, ubicada en el lasherino barrio 5.000 lotes.
La Orden del Temple llegó a la Argentina en el 2002 con la denominación original, aunque antes operaba como la orden del Santa María del Buen Aire.
Existe un único maestre a nivel mundial, que es elegido de forma democrática y bajo la supervisión de una prestigiosa consultora privada británica. Actualmente, el maestre de la Orden es el italiano Antonio Paris.
El fenómeno de El Código Da Vinci
Sin dudas que el best seller de Dan Brown le dio cierta popularidad a la Orden Templaria, una popularidad que, para sus miembros, fue exagerada y más fuerte de lo que les hubiese gustado.
“El Código Da Vinci es una novela simpática, pero tiene muchas fallas de tiempo, históricas y de interpretaciones. Por ejemplo, el fondo del cuadro de La Mona Lisa existe realmente, no fue inventado para ocultar significaciones sobre el lado izquierdo y el derecho”, explicó Bahamonde, recurriendo a un ejemplo de la novela.
“Luego del auge de la novela, muchos se acercaron, la mayoría con una idea superficial y errónea. El interés creció y se duplicó la cantidad de aspirantes y de miembros. Pero no entra cualquiera, deben pasar una serie de pruebas”, agregó.
Pruebas de ingreso
Muy por el contrario de lo que muchos creen, incluso al argumento utilizado por Felipe IV para disolver la Orden y quemar a la cúpula mayor, no existen ritos satánicos o ceremonias heréticas para iniciarse en la Orden.
“La Orden es discreta, no secreta. Cualquier persona puede integrarla, pero obviamente existe un proceso de incorporación que incluye una solicitud formal, entrevistas individuales y tiempo de adaptación. La idea es que, a través de estos pasos, logremos evidenciar el grado de compromiso y aproximación a los principios de la Orden. Como en todas las órdenes tenemos una ceremonia iniciática, pero no besamos coxis, ni nos desnudamos”, aclaró la sargenta, quien agregó que el único requisito inicial es ser católico. “Las pruebas son secretas, al igual que el número de integrantes, pero son espirituales. Nada de sacrificio físico ni pruebas”, aclaró.
Diferencia con masones
Un error característico cuando se habla de los Templarios es asociarlo con los Masones, o considerar que pertenecen a la misma orden.
Sin embargo, son dos órdenes diferentes. Luego de la persecución en la Edad Media, una de las nuevas logias que crearon los Templarios fue la de los Masones, o los constructores. Esta logia era de las más fuertes y poderosas de la época, debido a su poder económico.
Sin embargo, si bien la masonería tiene una fuerte influencia templaria, no son lo mismo. “Mientras que la Iglesia excomulgó a los Masones, nosotros servimos a ella. Es contradictorio pensar que somos lo mismo”, afirmó la sargento.
La relación con la Iglesia
Pese a que la Orden tiene absoluta obediencia al Papa y a la Iglesia Católica –incluso, de acuerdo a sus principios, la única autoridad por encima de la Orden es el Sumo Pontífice-, los Templarios no son una orden canónica.
“A muchas personas les cuesta creer que seamos cruzados en el siglo XXI, no todo el clero está al tanto ni de acuerdo con nuestros principios. No somos una Orden católica, secular, sino que somos laicos y filantrópicos. Pero obedecemos a la Iglesia Católica”, sentenció.
Hoy, a días de cumplirse 700 años de ese día histórico, una nueva noticia los pone en el centro de atención de los medios y la sociedad. Es que las actas del proceso que los condenó, extraviadas por más de tres siglos, serán publicadas por el Vaticano el 25 de octubre. La obra está basada en el pergamino de Chinon, que contiene los actos del juicio inquisitorio que destruyó la Orden de caballería de los monjes guerreros y fue encontrado por la investigadora italiana Bárbara Frale en el 2001.
Asimismo, la expectativa crece aún más, considerando que hay un detalle que aún no ha sido difundido y tampoco tiene fecha de publicación, hasta el momento. Frale también encontró los documentos en que el Papa Clemente V absuelve a la Orden de toda culpa y las acusaciones que se les hizo en el momento en que la cúpula era quemada. Pese a que el pergamino fue redactado en 1308, estuvo extraviado hasta septiembre del 2001, cuando la investigadora lo encontró.
“Los fundamentos por los cual se juzgó y condenó a los Templarios son ridículos. El problema es que, al encontrarse instalados en Tierra Santa, los caballeros de la Orden habían entablado buenas relaciones con el Islam, incluso vivimos cien años con ellos. Son una sociedad muy avanzada, pero eso fue lo que le molestó al rey Felipe ‘El Hermoso’ y a su ideólogo, Guillemo Nogaret, por lo que tildaron a los Templarios de herejes”, indicó Monserrat Bahamonde, sargenta de la Orden en Mendoza, quien sostuvo que la persecuta a los Templarios fue ideada por Nogaret.
Un poco de historia
Hay diversos mitos y anécdotas por los cuales el viernes 13 es considerado un día de mala suerte. Según Bahamonde, un detalle anecdótico es que ese 13 de octubre de 1307, día en que la cúpula es apresada por los soldados de la corona, fue justamente viernes.
Casi un año más tarde, en 1.308, Molay hace pública su intención de reunirse con el Papa y confesarse, por lo que Clemente V manda a buscar al maestre. Una comitiva de soldados de la corona marcha en su búsqueda. “Sin embargo, a mitad de camino, en el momento en que Molay era trasladado a la sede papal de Avignon para reunirse con Clemente, la comitiva se detuvo y nunca pudieron reunirse. La historia oficial cuenta que Molay estaba muy enfermo y por eso no pudo llegar, pero ya sabemos quien escribe la historia”, explicó Bahamonde.
Así fue como Molay y Charnay permanecieron prisioneros durante siete años, hasta que el 18 de marzo de 1314 fueron quemados en la hoguera, acusados de herejes, al igual que la Orden, herejías que ellos habían confesado, bajo torturas, aunque luego se habían desdicho.
Entre las acusaciones que se lanzaron contra los Templarios estaban la de contar con ritos iniciáticos que anteponían la Orden a la Iglesia Romana, de practicar la sodomía, de haber cedido ante el Islam y la herejía de los Cátaros, de haberse erigido en custodios del Grial (cáliz de la última cena) y de querer para Europa un reino teocrático, con poder espiritual y temporal en un mismo monarca.
“El pergamino que redactó el Papa absolviendo a la Orden data de 1308, y en él la suspende hasta tanto se aclare todo, pero no la disuelve. Sin embargo, ese pergamino no salió a la luz nunca, y seis años más tarde, el maestre y su senescal fueron quemados. Recién fue descubierto en el 2001 el documento”, explicó Bahamonde.
¿Llegaron al continente antes que Colón?
Por otro lado, indicó que desde hace tiempo vienen realizando investigaciones mediante las cuales buscan corroborar que un grupo de Templarios, en la época en que eran perseguidos en Europa, llegaron a Argentina.
“Tenemos hipótesis referidas a que miembros de la Orden estuvieron en Argentina en el siglo XIII, en la zona del cerro Uritorco (Córdoba) y en el sur, en la zona de Santa Cruz. En el cerro se han encontrado pinturas y tallas con la forma de la Cruz Templaria. Además hay una capilla misteriosa que, aparentemente, la habrían construido Templarios”, indicó la joven, quien fue más allá: “Los miembros de la Orden llegaron acá antes que Colón e incluso y de acuerdo a las investigaciones, el navegante llegó a América con conocimiento del lugar y cartografía templaria”.
Los Templarios, hoy
Luego de los episodios mencionados anteriormente, la Orden de los Templarios debió rediseñar su existencia y su forma de operar. Esto era inevitable, si se considera que de las 9.000 encomiendas Templarias en Europa, sólo se quemaron 300 y muchas lograron escapar.
Por esto fue que, luego de la disolución, aparecen tres ramas. Un grupo continúa manteniendo el espíritu de la Orden, pero en las sombras. En tanto, hay una segunda rama, comprendida por aquellos que entran a otras órdenes, mientras que la tercera es la de los caballeros que crean nuevas órdenes derivadas de la Temple.
“En la actualidad, la Orden se encuentra en 14 países de todo el mundo. Aunque hay cerca de 400 órdenes que se atribuyen ser Templarios, nosotros somos los únicos, los de la genealogía de ‘La carta de Larmenius’”, explicó la joven sargenta, quien sostuvo que en todo Europa la Orden cuenta con 70 castillos y 90 catedrales.
Con el paso del tiempo, los Templarios siguen manteniendo los principios y el espíritu con el que surgieron. “Las cruzadas siguen existiendo, no como en el medioevo. Ahora son solidarias, espirituales, de colaboración y cuidado de las tradiciones. Estructuralmente somos los mismos”, sostuvo Bahamonde.
Las cruzadas a las que se refiere consisten en ayuda a escuelas cadenciadas, así también como la organización de eventos. La preceptoría y encomiendas de Mendoza ayudan a la escuela Hermana Sara Molina, ubicada en el lasherino barrio 5.000 lotes.
La Orden del Temple llegó a la Argentina en el 2002 con la denominación original, aunque antes operaba como la orden del Santa María del Buen Aire.
Existe un único maestre a nivel mundial, que es elegido de forma democrática y bajo la supervisión de una prestigiosa consultora privada británica. Actualmente, el maestre de la Orden es el italiano Antonio Paris.
El fenómeno de El Código Da Vinci
Sin dudas que el best seller de Dan Brown le dio cierta popularidad a la Orden Templaria, una popularidad que, para sus miembros, fue exagerada y más fuerte de lo que les hubiese gustado.
“El Código Da Vinci es una novela simpática, pero tiene muchas fallas de tiempo, históricas y de interpretaciones. Por ejemplo, el fondo del cuadro de La Mona Lisa existe realmente, no fue inventado para ocultar significaciones sobre el lado izquierdo y el derecho”, explicó Bahamonde, recurriendo a un ejemplo de la novela.
“Luego del auge de la novela, muchos se acercaron, la mayoría con una idea superficial y errónea. El interés creció y se duplicó la cantidad de aspirantes y de miembros. Pero no entra cualquiera, deben pasar una serie de pruebas”, agregó.
Pruebas de ingreso
Muy por el contrario de lo que muchos creen, incluso al argumento utilizado por Felipe IV para disolver la Orden y quemar a la cúpula mayor, no existen ritos satánicos o ceremonias heréticas para iniciarse en la Orden.
“La Orden es discreta, no secreta. Cualquier persona puede integrarla, pero obviamente existe un proceso de incorporación que incluye una solicitud formal, entrevistas individuales y tiempo de adaptación. La idea es que, a través de estos pasos, logremos evidenciar el grado de compromiso y aproximación a los principios de la Orden. Como en todas las órdenes tenemos una ceremonia iniciática, pero no besamos coxis, ni nos desnudamos”, aclaró la sargenta, quien agregó que el único requisito inicial es ser católico. “Las pruebas son secretas, al igual que el número de integrantes, pero son espirituales. Nada de sacrificio físico ni pruebas”, aclaró.
Diferencia con masones
Un error característico cuando se habla de los Templarios es asociarlo con los Masones, o considerar que pertenecen a la misma orden.
Sin embargo, son dos órdenes diferentes. Luego de la persecución en la Edad Media, una de las nuevas logias que crearon los Templarios fue la de los Masones, o los constructores. Esta logia era de las más fuertes y poderosas de la época, debido a su poder económico.
Sin embargo, si bien la masonería tiene una fuerte influencia templaria, no son lo mismo. “Mientras que la Iglesia excomulgó a los Masones, nosotros servimos a ella. Es contradictorio pensar que somos lo mismo”, afirmó la sargento.
La relación con la Iglesia
Pese a que la Orden tiene absoluta obediencia al Papa y a la Iglesia Católica –incluso, de acuerdo a sus principios, la única autoridad por encima de la Orden es el Sumo Pontífice-, los Templarios no son una orden canónica.
“A muchas personas les cuesta creer que seamos cruzados en el siglo XXI, no todo el clero está al tanto ni de acuerdo con nuestros principios. No somos una Orden católica, secular, sino que somos laicos y filantrópicos. Pero obedecemos a la Iglesia Católica”, sentenció.
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