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domingo, 27 de marzo de 2011

Japón analiza enterrar planta nuclear


Ingenieros japoneses aceptaron este viernes que la única manera de prevenir una catastrófica fuga de radiación desde un reactor nuclear dañado podría ser enterrarlo bajo arena y concreto, el método usado para sellar enormes filtraciones desde Chernóbil en 1986.
Funcionarios dijeron que aún esperan reparar un cable eléctrico al menos hacia dos reactores para encender bombas de agua necesarias para enfriar unas varillas de combustible nuclear usado. Trabajadores también arrojaron agua sobre el reactor número 3, uno de los seis de la planta que están en situación más crítica.
Esta es la primera vez en la que el operador de la instalación reconoce que enterrar el enorme complejo es una opción, una señal de que las acciones como arrojar agua desde helicópteros militares no están teniendo éxito.
"No es imposible cubrir los reactores usando concreto. Pero nuestra prioridad en este momento es tratar de enfriarlos primero", dijo un funcionario del operador de la planta, Tokyo Electric Power Co, en una conferencia de prensa.
Al cumplirse una semana desde que un terremoto de magnitud 9 y un tsunami de 10 metros arrasaron ciudades costeras y dejaron miles de muertos en Japón, la peor crisis nuclear desde Chernóbil parecía lejos de haber acabado.
"Tomará algo de tiempo trabajar en esto, posiblemente semanas, mientras se intenta reducir el calor en los reactores y luego en las piscinas de combustible utilizado", indicó Gregory Jaczko, presidente de la U.S. Nuclear Regulatory Commission, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
Situación de la población
Millones de personas en Tokio continuaban encerradas este viernestemiendo una explosión de material radiactivo en el complejo, ubicado a 240 kilómetros al norte, aunque los vientos prevalecientes posiblemente llevarían el humo contaminado y lo disiparían lejos de la ciudad densamente poblada y sobre el Océano Pacífico.
La radiación no parece plantear un riesgo inmediato a la salud humana fuera de las cercanías de la planta, reveló Michael O"Leary, el representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en China.
"En este punto, aún no hay evidencia de que haya una expansión significativa de radiación más allá de la zona inmediata de los mismos reactores", dijo O"Leary a un grupo de periodistas en Pekín.
El presidente Barack Obama, quien enfatizó que Estados Unidos no espera que radiación dañina alcance sus costas, precisó  que ordenó una revisión exhaustiva de las plantas nucleares domésticas y prometió el apoyo de Washington para Japón.
Plan a seguir
Incluso si los ingenieros restauran los sistemas de energía de la planta, las bombas podrían estar demasiado dañadas por el sismo y el posterior tsunami como para funcionar. El primer paso sería reponer la electricidad para bombear a los reactores 1 y 2 este sábado.
Para el próximo domingo, el Gobierno espera que las bombas de enfriamiento de los dañados reactores 3 y 4 tengan energía, informó Hidehiko Nishiyama, portavoz de la agencia de energía japonesa.
Cuando se le consultó sobre si enterrar el reactor con arena y concreto, dijo: "Esa solución está en nuestras mentes ahora, pero estamos enfocados en bajar la temperatura de los reactores".
Algunos expertos dicen que lanzar agua con helicópteros para tratar de enfriar las piscinas del combustible usado es una medida de poco impacto.
"Uno puede aplacar incendios forestales así, lanzando agua desde el cielo", dijo Gennady Pshakin, un experto nuclear ruso.
"No está claro dónde está cayendo el agua, no hay un control".
Japón subió el nivel del incidente a 5 desde 4 en la escala INES de siete peldaños que evalúa la gravedad de los accidentes nucleares.
Eso coloca a la situación a la par del accidente de Three Mile Island en Estados Unidos en 1979, aunque algunos expertos dicen que la situación actual es más seria. Chernóbil se ubicó en el nivel 7 de la escala.
El principal regulador nuclear estadounidense indicó que revertir el sobrecalentamiento de las varillas de combustible en la planta Fukushima Daiichi podría tardar semanas.
Yukiya Amano, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (Iaea) con sede en Viena, llegó a su país natal el viernes junto a un equipo internacional de expertos, tras quejarse por la falta de información sobre la crisis ante las autoridades japonesas.
Graham Andrew, su asesor principal, dijo que la situación en la planta era grave pero "razonablemente estable", pero el Gobierno nipón indicó que humo blanco o vapor aún surge desde tres reactores y que helicópteros usados para arrojar agua sobre la planta mostraron exposición a pequeñas cantidades de radiación.
El Gobierno advirtió a los 13 millones de habitantes de Tokio que se prepararan para un posible apagón, aunque luego se informó de que no habría necesidad de un corte en el suministro de energía.
Aún así, muchas firmas redujeron voluntariamente la electricidad, sumiendo partes de la ciudad -habitualmente iluminada- en la oscuridad.
El jueves, la embajada estadounidense en Tokio instó a los ciudadanos que vivan en un radio de 80 kilómetros de la planta de Daiichi a evacuar la zona o permanecer a resguardo "como precaución", mientras que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña instó a los ciudadanos a "considerar dejar la zona".
La agencia nacional de policía de Japón sostuvo este viernes que había confirmado la muerte de 6.539 personas por el desastre del terremoto y tsunami, superando la cifra de 6.434 muertos por el terremoto de Kobe en 1995. Sin embargo, 10.354 personas permanecen aún desaparecidas.

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