Los organizadores hablan de “éxito” con miles de personas en la marcha, más gente que hace un mes
Madrid volvió a convertirse ayer en la capital de la indignación de cientos de miles de voces que piden a gritos una sociedad mejor y una democracia creíble en España. Poco antes de las 19.00 partía desde la Plaza de Carlos V de la manifestación conjunta de las siete marchas por la capital bajo el lema “no es la crisis es el sistema”.
Cánticos como “de Norte a Sur, de Este a Oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste” se sumaron a los ya tradicionales y característicos de este movimiento de “el pueblo unido jamás será vencido”, “esta crisis no la pagamos” o “no nos representan”.
Con esta marcha, que arrancó exactamente a las 18.52 horas, los indignados retomaron Sol y pusieron el broche de oro a un fin de semana de “éxito rotundo”, según explicaron sus organizadores.
En la manifestación se sumaron los miembros del movimiento 15-M que llegaron a pie hasta Madrid con los que viajaron a la capital en autobuses, amén de los pertenecientes a las asambleas locales.
Los indignados se mostraron orgullosos del resultado de la concentración. Nuevas manifestaciones, asambleas multitudinarias y una nueva acampada, fueron los procedimientos para canalizar y consolidar nuevas propuestas y, sobre todo, fortalecer y “mantener” el movimiento que, según los encargados de comunicación “está más vivo que nunca”.
Los que no pudieron ir a Sol, continuaron en los barrios de Madrid. Por ejemplo, la Ruta Norte, iniciada en Bilbao, en la que también participan navarros y castellanoleonenses, hizo noche en el Parque Norte, detrás del Hospital de La Paz; la Nororiental, procedente de Barcelona, en Alcalá de Henares y, la del Noroeste, donde participan los gallegos, descansó en el Parque del Oeste.
La imagen de la plaza madrileña recordaba a la que había hace más de dos meses, cuando los ciudadanos de manera improvisada empezaron a montar campamentos para, a modo de protesta, hacer noche en la calle y organizarse en grupos con el fin de sacar propuestas de perfil social, económico y político.
Además, siempre antes de llegar a la céntrica plaza madrileña, los ciudadanos participaron con los indignados en distintas plazas y parques de los barrios colindantes en debates y coloquios. En la mañana del sábado tuvieron tiempo, incluso, para concentrarse durante unos minutos frente al Palacio de la Moncloa, encontrándose precisamente con la marcha procedente de Galicia.
La celebración de un referéndum por Internet el próximo mes de octubre sobre la ley electoral y la transparencia de las cuentas públicas, o la posibilidad de organizar una marcha por Europa que concluyera en Bruselas figuran entre las posibles próximas iniciativas del movimiento.
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